Querido amigo,
Siempre que me acuerdo de ti es cuando dejo la mente en blanco. Sobre todo en los momentos de logística marujil, jajaja. No me aguanto.
Todavía hoy tengo impulsos de coger el teléfono y llamarte, se me olvida. Hace unos minutos me ha vuelto a pasar, por eso estoy aquí contándotelo.Fuiste mi compañero en muchas situaciones, mi confidente en miles otras, y te sigo contando y tú sigues escuchando.
Ayer me imaginé por ahí de parranda loca y no sabes lo triste que me puse al pensar que iba a levantar la cabeza, buscarte y no encontrarte. Preferí quedarme en casa.
Pensé que al pasar el tiempo lo llevaría mejor, pero… ¡es al revés! Al pasar el tiempo me doy cuenta de que ha ocurrido.
¡Jo niño! Eras un bastón grande y cada día estoy más convencida. Me haces mucha falta.
Un superbesito, los mismos que me mandabas tú.