Hace un mes ya que no escribo.
Sinceramente, no he querido escribir nada de todo esto aquí.
Ha sido un mes de emociones fuertes.
Han ocurrido cosas que no pensaban que ocurrirían y han desaparecido otras que daba por sentado que formarían parte de mi vida a corto pazo.
Me ha costado tiempo, y más esfuerzo del que pensaba, asimilar tanta información y cambios.
Pero esto es la vida, ¿no?. Zancadillas y tener los cojones de levantarte, incluso cuando no eres tú el protagonista de la historia.
Anoche, me atrapó un cuadro de mi dormitorio.
Está ahí desde hace varios años.
Lo voy cambiando de pared dependiendo de varios factores, entre ellos el noveleo.
Anoche ese cuadro me absorvió como lo hacen las grandes obras que siempre has visto en papel y un día las ves en realidad.
Conseguí adentrarme en él, porque nunca lo había observado con detenimiento.
Fue una sensación mágica.
En el mismo instante en el que sólo estábamos la pintura y yo, tomé conciencia de mi misma.
No me gutó lo que ví.
No me ha gustado lo que he hecho.
lunes, 16 de marzo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario